top of page

PROPUESTA ORANTE

PASO 1 ENTRAR EN ORACIÓN:

Busca un sitio donde te sientas a gusto y tranquilo/a. Ponte en esa postura que te permita estar relajado/a pero con disposición para orar. Trata de hacer silencio por fuera y por dentro. Respira hondo. Puedes encender una vela si te ayuda o poner delante alguna imagen o icono que te acerque la presencia de Jesús, de Dios o sencillamente empezar haciendo la señal de la cruz.

 

Cuánta vida corre dentro de mí sin yo apreciarlo. El tiempo que pasa, la respiración ininterrumpida, pensamientos que se amontonan o se disgregan, rostros sin nombre, nombres que tengo, ruidos que oigo, recuerdos que no callan, sueños que viajan, ojos que me miran, deseos que empujan, heridas que duelen, olvidos que vuelven, besos que ansían, abrazos que reconfortan…Esta es la vida que viaja conmigo a tu encuentro.

PASO 2:  CANCIÓN: “No me perderé” (CD Ángeles Visibles) 

Quien va al encuentro de Dios no puede perderse

porque Dios va al encuentro de todo aquel que le busca.

En este momento, conecta con tus deseos más profundos

que habitan en ti y que te mueven a buscar al Señor,

Dios de la Vida.

Él no sólo te espera, sino que sale a tu encuentro.

PASO 3: SU PALABRA:

 

«Aleja de mí falsedad y mentira; no me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan»  (Prov 30,8)

 

Este versículo pertenece al libro de los Proverbios que está en el Antiguo Testamento. Este libro recoge, como otros libros de la Biblia, sabiduría popular acumulada durante siglos por los primeros creyentes. Nos enseña algo importante: en la autenticidad y en el ser está el verdadero sentido de la vida, de mi vida, aunque a veces la sociedad nos invita a hacer, a tener, a evadir, a falsear o a buscar seguridades y certezas solo fuera de mi sin contar con otros, ni con Dios… y, en el fondo, es un error. Además, a Dios se le encuentra precisamente ahí, en el deseo ser de nosotros mismos y en la verdad.

REFLEXIÓN:

Me disfrazo de fuerte, cuando me sé vulnerable. Aparento ser duro, aunque esté quebrado por dentro. La palabra cortés me evita hablar a fondo. Oculto los ratos muertos, las inquietudes cotidianas, las desazones o las heridas. O enmascaro los miedos con proyectos inacabables. Supongo que a veces uno tiene derecho a ser prudente en lo que muestra y lo que no.  Pero es importante abrir puertas, cuantas más mejor, para poder compartir toda esa vida que va por dentro.

Hay a veces sucedáneos de vida, de fe, de riesgos, de sueños, que apagan la Vida verdadera que podemos llevar dentro. Hay pequeños tesoros que parecen anunciar respuestas, pero en realidad se terminan convirtiendo en polvo. Hay un afán de emociones, aromas, sentimientos, intensidades, que pueden entretenernos sin dejarnos saborear de verdad los días. Hay ideales que necesitan un poquito de realidad, para no convertir nuestra historia en ficción imposible. Un grito se alza hoy, incontestable… ¡Atrévete a vivir!

¿Quién me conoce en verdad? ¿Cuándo me muestro como realmente soy?

¿Qué (mentiras) puede haber en tu vida que oculten la verdad de lo que eres y vives?

¿Qué engaños, espejismos, sueños imposibles tal vez impidan soñar con lo posible?

¿Qué cosas no dejo ver nunca? ¿Es prudencia, es opción, es rutina, inercia…?

¿Qué miedo impide sacar mi mejor versión?

¿Qué dificultades encuentro para vivir en verdad?

PASO:  4 COLOQUIO CON JESÚS.

 

Habla de todo esto con Jesús, cuéntale lo que se te mueve por dentro,

lo que esta oración ha tocado en ti, lo que te hace sentir, experimentar…

Escucha que te dice, mira cómo te mira… Recoge por escrito las resonancias de este coloquio.

bottom of page